Cuando la guerra se cuela en la artesanía: alfombras de guerra en Afganistán
Las mujeres de Afganistan llevan tejiendo alfombras desde hace cientos de años pero a finales de los años 70 hubo un evento que cambió su artesanía: La Unión Soviética ocupó Afganistan El mundo de las mujeres afganas de repente estaba rodeado de metralletas, granadas, tanques y soldados. El arte y la artesanía obviamente está influenciado por su entorno y desde tiempos prehistóricos los humanos hemos contado nuestro mundo a través del arte. Estas mujeres empezaron a retratar en las alfombras aquello que veían. Y así nació un género de alfombras llamado de guerra.
Puede sonar violento pero es realmente un género muy extraño que a día de hoy sigue existiendo. Tejiendo su entorno a modo diario, de repente en vez de formas geométricas, flores o cenefas aparecieron en los estampados de las alfombras tejidas en telar, tanques y metralletas, representados de una forma naif y convirtiéndose incluso en referentes de la cultura popular.
Cuando Estados Unidos invadió Afganistán en el 2001 las mujeres representaban la historia a su alrededor a través de su artesanía. Como libros abiertos y tejidos. En el 2015 aparecieron los primeros drones en las alfombras de guerra y es muy chocante ver ese contraste de artesanía tradicional con elementos tecnológicos del siglo XXI pero las artesanas solo tejen una especie de diario histórico. Tanques, metralletas y drones se han colado en los motivos de las alfombras tradicionales para crear un género nuevo.
Ahora las alfombras de guerra se han convertido en una de las pocas fuentes de ingresos de las mujeres afganas, y otra vez más, su conocimiento artesanal salva la economía familiar.