Road trip a Madrid y visita a la Hamaca de Arcoiris
Hace ya un año la guerrilla de ganchillo ganó el 2º premio del Smart Future Minds en el cual fuimos premiadas con un Smart durante un año y uno de esos cheques tan grandes que en los 80 te daban en los supermercados cuando reunías suficientes códigos de barra y tenías suerte.
El coche está muy bien aunque sólo sea un año pero a caballo regalado... más vale no quejarse y aprovechar el smart el tiempo que lo tengamos.
El único "problemilla" fue cuando en noviembre pasado nos dijeron que teníamos que ir a buscarlo a Alcobendas y que nos darian dos smarts, uno los primeros 6 meses y en junio deberíamos volver para cambiarlo por otro. Pero ni cortas ni perezosas a Madrid fuimos a buscarlo y en 6 meses ya hemos hecho tres viajes por carreteras cruzando los monegros de la meseta al mediterraneo y a la inversa.
Siempre aprocheamos el viaje y hace 1 semana cuando pasábamos cerca de Zaragoza me acordé de
que hice en enero hablando sobre el parque infantil de ganchillo de la artista japonesa Toshiko Horiuchi.
Este es el primer parque en Japón.
Recordé haber leído en un
que la artista había sido invitada a realizar un pequeño parte infantil en los alrededores de Zaragoza y gracias a google maps llegamos en 10 minutos.
Se trata de una pequeña zona infantil construída a finales del año pasado en medio de un centro comercial sin terminar que se llama Puerto Venecia (no sé si el nombre es una ironía porque está en medio el desierto y quieren construirle como unos lagos artificiales, no sé porque no me soprende nada...)
Obviamente la instalación no es tan espectacular como la de Japón pero nos hizo la misma ilusión encontrarla. Se trata de unas redes de nylon con miles de nudos de colores que lleva por título Hamaca de arcoiris.
Había unos cuantos niños saltando pero nosotros no pudimos resistir a la tentación y subimos también. Funciona como una cama elástica y es muy muy divertido.
Estuvimos un rato largo debajo de un sol espantoso pegando saltos y ni nos dimos ni cuenta que pasaban las horas y ya no quedaba ni un solo niño.
Luego seguimos el viaje hacía Madrid pero eso es otro capítulo...