Hot Tea, graffiti con lana
Hot Tea es de Minneapolis y empezó en los 90 haciendo graffiti clásico con spray y después de algunas visitas a la cárcel y algunas multas decidió cambiar los sprays por ovillos de lana.
No es a lo que estamos últimamente acostumbrados a ver de ganchillo o tricot en la calle si no que usan la lana para escribir con grandes letras, como soporte para pintar y hacen pequeñas instalaciones.
Su trabajo es muy interesante y distinto y es la primera vez que vemos que artistas urbanos del mundo del graffiti clásico cambian sus herramientas.
La lana no está vista como algo ilegal o peligroso por las autoridades, aunque trabajar en la calle siempre implica un cierto grado de peligro ya que actualmente en las grandes ciudades todo está reglado o prohibido y más en el espacio urbano. Pero de momento las autoridades hacen la vista gorda y aprovechando este vacío legal podemos trabajar sin que nos molesten. Esperamos que siga así.
Aquí podéis leer un interesante artículo publicado el año pasado en el NY Times sobre la reciente aparición de artistas urbanos que trabajan con lana y la revolución de lo hecho a mano como movimiento en creciente evolución.